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«El Escarabajo» de Manuel Mujica Láinez – comentario e impresiones

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Manuel Mujica Láinez es un escritor argentino representante de una familia aristocrática y descendiente de escritores y periodistas. Nació en Buenos Aires en 1910, realizó gran parte de su educación en París y Londres antes de regresar a la Argentina en 1928. Realizó trabajos periodísticos en el diario «La Nación», mientras que paralelamente desarrollaba su carrera de escritor. Publicó gran cantidad de novelas y relatos, en los cuales sobresale la temática histórica. Su obra más conocida, Bomarzo, desarrolla su argumento en la Italia del Renacimiento; y sirvió de base para la composición de una ópera por parte de Alberto Ginastera, obra prohibida en Argentina por la dictadura de Juan Carlos Onganía. Muere en Córdoba, Argentina, en 1984.

El Escarabajo es la última novela de «Manucho». Escrita en 1982 narra las peripecias de un talismán de lapislázuli creado para la reina Nefertari, desde el Egipto de Ramses II hasta nuestros días. Contada desde el punto de vista del mismo escarabajo, seguimos su transitar de mano en mano a través de  personajes importantes de la historia, o también de humildes poseedores no tan distinguidos; mientras recorre lugares emblemáticos y es testigo de los hechos superlativos que marcaron cada época.

El estilo de escritura de la novela es muy barroco, con abundantes descripciones que dan cuenta de todos los detalles que componen los escenarios, los atavíos, los ornatos; así como de las diferentes ciudades que son recorridas en este viaje literario. La detallada enumeración habla de la gran cultura del escritor, que le permite diferenciar las épocas y los lugares, y especialmente las sociedades, con gran eficacia y corrección. Los giros y recursos retóricos tejen el texto con exhaustivo celo, con estudiado balance entre acción y descripción, haciendo del incansable relato del escarabajo de lapislázuli una hermosa exposición poética.

Un recorrido por la historia

Insuflado de vida por el hermano menor de Ramses II, un especie de hechicero llamado Khamuas, el hermoso escarabajo de fulgurante azul empieza a tomar conciencia de lo que lo rodea. Allí comienza su historia, como un presente para la reina Nefertari el día de su boda con Ramses, a la que acompañará hasta su muerte. De ella se enamorará perdidamente, y guardará por siempre el recuerdo en su privilegiada memoria; a través de los siglos permanecerá fiel en su amor por la reina egipcia.

Llegará a Tebas, viajará a Atenas donde pertenecerá a Aristófanes; a Roma, donde a través de las manos de su dueño circunstancial participará del asesinato de Julio Cesar; recorrerá Europa en una caravana de zíngaros; será parte del ejército de Carlomagno; integrante de las pertenencias de la familia de Marco Polo, a través de los cuales entrará en contacto con Dante Alighieri; conocerá a Miguel Angel; llegará a España para servir a Felipe IV y conocer al pintor Velázquez; arribará a Napoles y será testigo de un encuentro con Casanova; viajará a través del Océano a la Buenos Aires del Virreinato y regresará al viejo contiente, a un París desbordante de artistas; entre otros destinos y manos por las que vivirá su larga historia.

Esta novela constituye un alucinante itinerario por más de tres mil años de historia, repleto de acontecimientos, vida y emociones.

«He aquí una síntesis de la Historia del Mundo: lo que hoy tiene una significación ayer tuvo la opuesta; ambas han causado ejecuciones, degüellos y demás destemplanzas»

Testigo mudo

Relegado  a un resignado papel de observador, el escarabajo reacciona emocionalmente a las cosas que va viviendo. Más de una vez desea poder influenciar a las personas a su alrededor, para provocar alguna acción; o en el peor de los casos, evitar alguna desgracia que -dada su avanzada edad y experiencia- suele anticipar con lucidez.

¡Ah, si yo hubiera podido hablar! Como tantas veces, lamenté mi mutismo. ¡Con qué soltura hubiera suministrado a la turbada Penélope las precisiones irrebatibles, que hubiese reducido a humo la causticidad sabihonda desplegada en el periodístico reporte de la Académie des Inscriptions! (…) ¡Ah, si hubiese podido hablar!

A veces nuestro pequeño héroe azul realiza agudas observaciones de la sociedad que lo rodea.

«El fenómeno del esnobismo, tantas veces analizado, es uno de los más poderosos que regulan las relaciones humanas; otorga fuerzas y energía al frágil; en la lucha por el éxito mundano, si triunfa, reproduce la hazaña de David, vencedor de Goliat (…)»

Pero no todo es acción para el escarabajo de la reina Nefertari. Comprende enseguida que su existencia está segmentada por momentos de inmovilidad total, ya sea enterrado en una tumba con su dueño, o sumergido en aguas profundas a la espera de que algo suceda.

«A semejanza de un actor a quien le correspondiese entrar y salir en el escenario, y cuyos eclipses fueran harto más largos que las presencias, compensando  con la intensidad de estas últimas la prolongación de sus alojamientos, a mí me toco aparecer y desaparecer en el proscenio terrenal (…), la importancia de los acontecimientos de los cuales participé, indemnizó con amplitud el tedio de las clausuras (…)»

Algo de magia

En medio de tanto recorrido histórico, y  mediante su naturaleza sobrenatural que le da conciencia, el escarabajo es capaz de asistir a sucesos que están vedados a los ojos de los hombres. Cada tanto, es testigo de la aparición de divinidades, ya no solo egipcias, sino además griegas y cristianas; ángeles y demonios, o espíritus. Es testigo de pequeños y grandes milagros que recuerdan al pequeño adorno de lapislázuli su condición ultraterrena.

No es raro entonces, en la novela, encontrarse con personajes como la musa Talía susurrando al oído de Aristófanes una de sus comedias. O que uno de los capítulos más atractivos sea la visita a la mítica Avalón, la tierra del hada Morgana.

A título personal

Sin querer extenderme demasiado, no hace falta que yo les diga que deben leer a Mujica Láinez. El Escarabajo es una novela atractiva, muy interesante, por momentos adictiva y bellamente escrita. Sin embargo, he de advertir que el estilo de escritura no es sencillo: está lleno de figuras retóricas y ornamentos, frases largas y sinuosas construidas con admirable sentido poético, párrafos que abarcan más de una página completa y descripciones realizadas con detalle microscópico. Acciones que transcurren en pocos instantes pueden llevar varias páginas, así como el transcurrir de miles de años en la historia, significan una sola frase.

Como experiencia personal, así como algunos capítulos me atraparon irremediablemente, otros me cansaron al punto del tedio. En lo global el libro me gustó mucho, aunque sentí bajones en ciertos lugares; que supongo inevitables en una novela tan desigual y extendida en el tiempo.

Y para los que conozcan Bomarzo: hay una referencia intertextual imperdible, una breve aparición estelar del Duque Pier Francesco Orsini.

Manuel Mujica Láinez

Manuel Mujica Láinez

Titulo: El Escarabajo

Autor/a: Manuel Mujica Láinez

Año de publicación: 1982

Número de páginas: 579